¿Por qué el 8M debe ser importante para las empresas? | AMVO

El 8 de marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer (8M), es importante para las mujeres del mundo por varias razones fundamentales: es un día de reconocimiento global de los logros de las mujeres en diversos campos, así como de la concienciación y la lucha contra la desigualdad de género, la discriminación y la violencia que, por desgracia, muchas mujeres enfrentan en diferentes aspectos de sus vidas.

Con el paso de los años, otros sectores de la sociedad, como las marcas y las empresas privadas, se han sumado al reconocimiento y conmemoración de esta fecha, entendiéndolo como una oportunidad crucial para reflexionar sobre el progreso hacia la equidad de género, y reafirmar su compromiso con prácticas laborales equitativas. Este día no solo es una conmemoración de los logros de las mujeres a lo largo de la historia sino también un recordatorio de los desafíos que aún tienen en el mundo laboral.

La relevancia del 8M para las empresas

El 8M sirve como un espejo que refleja la situación actual de la equidad de género dentro de las corporaciones. A pesar de los avances significativos en las últimas décadas, las brechas de género en el liderazgo, la representación en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y la disparidad salarial persisten. Reconocer esta fecha es un paso fundamental para que las empresas se comprometan con la equidad de género, no solo en palabras sino en acciones concretas.

La reflexión del papel del Día de la Mujeren el ámbito corporativo, debe ir más allá de los actos simbólicos, es una llamada a la acción para:

• Revisar y mejorar las políticas de equidad de género. Las empresas deben evaluar sus políticas internas, desde la contratación hasta la promoción y la remuneración, para identificar y eliminar las barreras que impiden la igualdad de género.
• Fomentar un ambiente inclusivo. Crear un entorno de trabajo donde todos se sientan valorados y respetados, independientemente de su género. Esto incluye la implementación de programas de mentoría y desarrollo profesional dirigidos a mujeres, así como capacitaciones sobre diversidad e inclusión para todos los miembros de la organización. 
• Promover la flexibilidad laboral. Adoptar políticas que permitan un mejor equilibrio entre la vida profesional y personal, como horarios flexibles y opciones de trabajo remoto, puede ser especialmente beneficioso para las mujeres que a menudo asumen la mayor parte de las responsabilidades familiares.
• Celebrar y visibilizar el logro de las mujeres. Reconocer y destacar los éxitos de las mujeres en todos los niveles de la organización motiva y sirve como modelo a seguir para otras colaboradoras. 
• Mantener la consistencia de estas acciones siempre. Las empresas deben realmente esforzarse por seguir realizando estas actividades y cambios a lo largo del año, mediante la implementación de iniciativas y programas que apoyen la equidad de género de manera continua.  Esto incluye la participación en campañas de concienciación, la colaboración con organizaciones dedicadas a la promoción de la mujer en el ámbito laboral, y el seguimiento y la medición del progreso hacia metas específicas de igualdad de género.

El 8 de marzo es una fecha emblemática que debe servir como un recordatorio constante para las empresas del trabajo que queda por hacer en la lucha por la equidad de género. Adoptar un enfoque proactivo y comprometido no solo es lo correcto desde un punto de vista ético, sino que también beneficia a las organizaciones al fomentar un ambiente de trabajo más diverso, innovador y productivo. 

Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, las empresas no solo rinden homenaje a las contribuciones de las mujeres sino que también se comprometen a ser parte de un cambio positivo y duradero.