El ecosistema de pagos en México está atravesando una transformación acelerada. Lo que hace pocos años parecía una novedad tecnológica, hoy se consolida como un hábito cotidiano: más del 50% de los usuarios de teléfonos inteligentes en el país ya utilizan alguna billetera digital, y la tendencia apunta a seguir creciendo.
Esta evolución está directamente vinculada al avance de los pagos contactless, que integran tecnologías como NFC, códigos QR y validaciones biométricas para ofrecer transacciones más ágiles, seguras y sin fricción. De acuerdo con el estudio “Pagos en Latinoamérica en 2025: De la inclusión a la sofisticación”, realizado por Kushki y PCMI, esta modalidad representa el segmento de mayor crecimiento en la región, impulsando la transformación digital del comercio.
Según proyecciones de Mordor Intelligence, el mercado mexicano de pagos digitales alcanzará los 3 mil millones de dólares este año, con una tasa de crecimiento anual del 18.4% entre 2025 y 2030. En América Latina, el panorama es igualmente optimista: se prevé que el mercado cierre 2025 con un valor de 95 mil millones de dólares, creciendo a una tasa del 13.9% anual.
Los pagos sin contacto han dejado de ser una moda para convertirse en una pieza clave de nuestra vida diaria. La velocidad, comodidad y seguridad que brindan los dispositivos NFC y códigos QR nos acercan cada día más a una realidad sin efectivo.
Las razones detrás del crecimiento del contactless son claras. Esta tecnología permite:
Desde la óptica de la inclusión financiera, las billeteras digitales actúan como una puerta de entrada para millones de personas que, hasta hace poco, no participaban plenamente en el sistema financiero formal.
Pese al crecimiento, aún existen barreras que deben atenderse para que esta transformación sea verdaderamente incluyente:
López apunta que, para enfrentar estos desafíos, las empresas deben apostar por estrategias como la tokenización, el cifrado de datos sensibles, motores de detección de fraude basados en IA, y programas de alfabetización financiera para consumidores y comercios.
Se estima que la adopción de billeteras digitales en México crece a un ritmo cercano al 30% anual. Esto no sólo refleja una tendencia tecnológica, sino un cambio estructural en cómo las personas gestionan su dinero, interactúan con las marcas y participan del comercio electrónico.
Estamos en el umbral de una transformación profunda: las billeteras digitales ya no son una opción alternativa, sino un componente central del sistema financiero. La clave estará en lograr que esta evolución sea segura, accesible e incluyente, impulsada por la colaboración entre fintech, reguladores y el ecosistema comercial.